Es obvio que un servicio médico a domicilio en Madrid, tiene que reunir unas determinadas condiciones, básicamente debe proporcionar al paciente condiciones similares a las de una sala de hospital. Es indispensable que el médico esté disponible cuando sea necesario, bien para una consulta o para una urgencia. Que el personal sanitario sea un equipo bien comunicado y que pueda hacer analíticas, suministrar oxígeno, aplicar medicación, etc.
Solo entonces se podrán aprovechar los beneficios del ingreso domiciliario, por ejemplo no tener que hacer desplazamientos innecesarios, no desorganizar a toda la familia o no contraer infecciones intra-hospitalarias y otros contagios.
Cuando el servicio médico es serio, paciente y familia se benefician, aprovechando la oportunidad de cuidar y acompañar a un ser querido, recibiendo pautas y acompañamiento para hacerlo bien y generando momentos de intimidad que finalmente nos ayudan a llevar la enfermedad de un ser querido.
Así lo hacemos en Alborea.