Cómo afectan los cuidados paliativos al duelo familiar
Las enfermedades largas o las dolencias crónicas exigen una atención especial, tanto para aquellos que las padecen como para sus familiares. Por esta razón, los profesionales de los cuidados paliativos en casa en Madrid – como todos los que forman parte del equipo médico de Alborea – están especialmente formados para la aplicación de programas específicos de vigilancia y asistencia.
Pero además de los protocolos necesarios para acompañar y aliviar el dolor de los pacientes en sus últimos días de manera eficaz, este tipo de atención también incluye mecanismos específicos de preparación y asunción del duelo para todos sus seres queridos. Tal y como explican desde la propia Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), el sentimiento de pérdida puede agravarse si la imagen de estos últimos momentos es dolorosa, llena de sufrimiento o de soledad.
¿Cómo suavizar el dolor de las familias tras la muerte de un ser querido en cuidados paliativos?
Desde Alborea, no dejamos de insistir en la importancia de aliviar el sufrimiento de aquellos enfermos para los que ya no hay cura y de iniciar los cuidados paliativos en casa en Madrid cuanto antes. Pero no solo por los beneficios que supone para ellos, sino también para sus familiares. En el momento de su partida, no es lo mismo que estos recuerden al enfermo sufriendo, en soledad o desatendido, que rodeado de cuidados y con la asistencia de un equipo de expertos.
Tampoco es lo mismo cuando las familias pueden vivir el día a día de esta última etapa totalmente informados y, también, acompañados por profesionales de los cuidados paliativos a domicilio. Es lo que se denomina como atención al duelo y es una de las caras menos conocidas de estos tratamientos para el final de la vida. Médicos, enfermeros, psicólogos y demás profesionales sanitarios especializados en los cuidados paliativos en casa en Madrid son responsables de acompañar a los seres queridos de los enfermos durante todo el proceso, de preparar la despedida y de mantener el contacto y la atención después de la muerte.
Lo hacen desde una perspectiva global y con una base emocional (no farmacológica). Los profesionales van allanando el terrero hasta que se produce el fatal destino. Por esta razón, cuanto antes se inicien tanto los cuidados paliativos como la atención al duelo, mayor aceptación de la pérdida. Junto con un trato cercano y personalizado, la empatía y una atención de calidad, se puede conseguir que el periodo posterior a la muerte de un familiar sea menos doloroso o traumático.