La categoría de médico de cuidados paliativos

La categoría de médico de cuidados paliativos

A pesar de su reconocida necesidad, la categoría de médico de cuidados paliativos solo es una realidad en muy pocas CCAA españolas. Andalucía y Castilla y León fueron las primeras en regular este nivel profesional en sus sistemas de salud públicos (aunque haya sido recientemente) y, a ellas, se van sumando las intenciones de otras como Canarias y Extremadura.

Desde los propios estamentos sanitarios, se reconoce el avance que supondría implementar este tipo de reconocimiento o clasificación profesional a la hora de ocupar puestos en los servicios específicos de cuidados paliativos. De un lado, se protegería la experiencia y la ocupación de todos aquellos sanitarios que llevan años de dedicación a esta atención personalizada; del otro, los pacientes y sus familiares podrían mantener la buena imagen y el aprecio hacia el médico de cuidados paliativos y hacia el resto del equipo que asume la responsabilidad de su caso.

Desde Alborea, como expertos en esta rama de asistencia sanitaria, analizamos los avances en el reconocimiento de la categoría de médico de cuidados paliativos y las ventajas de extender su aplicación.

La importancia de reconocer la categoría de médico de cuidados paliativos

No se trata de una nueva especialización médica, sino de la certificación de la experiencia en el trato y en el cuidado de pacientes con enfermedades terminales o crónicas y de sus familias. El reconocimiento del puesto de médico de cuidados paliativos es un paso más en ese avance que, en los últimos años, se está dando en favor de este tipo de asistencia sanitaria.

De hecho, desde la propia SECPAL (Sociedad Española de Cuidados Paliativos), se muestran positivos ante iniciativas como las de Castilla y León y su regulación de este rango profesional. Sin embargo, reconocen que aún es insuficiente y que se debería ampliar el reconocimiento de competencias al resto de los profesionales que conforman los equipos multidisciplinares de cuidados paliativos a domicilio. Porque el papel de la enfermería, de la fisioterapia o del acompañamiento psicológico y espiritual son tan importantes como el del médico de cuidados paliativos.

Hasta el momento, la mayor parte de los puestos de intensivistas son cubiertos por personas con una larga experiencia en esta rama de la atención sanitaria y, en muchas ocasiones, con formación específica como másteres profesionales. Pero, tal y como recuerda la SECPAL, todo depende de las decisiones de las personas encargadas de las contrataciones. En este sentido, sin una norma estatal o sin el Área de Capacitación Específica, un puesto para médico de cuidados paliativos, enfermero, trabajador social o psicólogo puede ser cubierto por un profesional perfectamente preparado para el cargo o por alguien sin la experiencia o la motivación necesarias.

¿Por qué es tan importante el reconocimiento de esta capacidad profesional? Porque es precisamente el personal médico con experiencia previa el que mejor sabe reaccionar y guiar todo el proceso con pacientes y familiares, diagnosticar la gravedad del estado de salud, reaccionar ante situaciones de emergencias paliativas, etc. Con una categoría de médico de cuidados intensivos, así como su equivalente en el resto de profesiones afines se puede seguir garantizando una atención de la más alta calidad y, por encima de ella, la máxima comodidad de los enfermos en momentos difíciles.